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Racismo y xenofobia

Dos términos que se unen con gran frecuencia, se citan conjuntamente o se contemplan en una progresión aparentemente inevitable que lleva de la xenofobia al racismo.
Xenofobia es, simplemente, asco ante lo extranjero (persona o costumbre) sin implicar características raciales en principio.
La xenofobia puede ser propia de pequeños grupos familiares con una cierta conciencia clánica, localidades vecinas o grupos profesionales diferentes, comunidades religiosas o colectivos con habitos alimenticios distintos.
La xenofobia no tiene que manifestarse violentamente, puede evidenciarse en actitudes y comportamientos despreciativos (desde el chiste hasta el silencio significativo).
En el caso de la llegada de extranjeros a un lugar - sean comerciantes o trabajadores, visitantes ocasionales o definitivos -, la xenofobia convive con la curiosidad, la aceptación de modas importadas con el rechazo radical de otas costumbres 'extranjeras'.
Muchas veces, la mayoría, la xenofobia acaba por la destrucción de 'lo extraño' del extranjero y la asimilación del 'extraño' en la comunidad.
La antipatía por el extraño y 'lo extraño' ya presenta matices enormes.
El punto de partida es una sociedad o grupo de las llamados 'cerrados', es decir, de las que están pasando por una fuerte crisis de identidad y se refugian en supuestos valores fundamentales (las sociedades que no tienen problemas, que están en un periodo dinámico de expansión, no son xenófobas sino fuertemente asimilacionistas).
Lo extranjero pone en peligro al país. Es el caso emblemático del Japón de los Shogun, de la China Ming frente a los mongoles o de la China manchú frente a los occidentales.
Pero, ¿es en la mayoría de los casos real este sentimiento de defensa? ¿se sienten realmente agredidos todos los xenófobos? ¿Implica siempre que debe aniquilarse al culpable extranjero de esta contaminación de los valores patrios?
Esto nos lleva a otro tema:
¿Qué diferencia el etnocidio del genocidio?

2 comentarios

Irene Santamaría Lòpez -

Després d’haver vist la pel•lícula La vida és bella, vaig decidir que el tema del meu Treball de Recerca el dedicaria a analitzar la vida d’una víctima en concret de l’extermini jueu per part dels nazis; ell era Primo Levi. Pel que vaig aprendre fent el treball, puc afirmar que l’etnocidi és el genocidi cultural, mentre que el genocidi com a tal també implica l’extermini dels individus. Mentre que el genocidi adopta una posició clarament violenta, l’etnocidi és vist (des del punt de vista dels seus practicants) com una actitud positiva, ja que aquests destructors de la pluralitat cultural diuen pretendre millorar i reformar una cultura, obligant-la a transformar-se en el model que ells imposen, fet que suposa una via evident de discriminació i violació dels drets dels pobles indígenes. A nivell personal, considero que la globalització promou la pràctica de l’etnocidi, ja que pretén que unes grans empreses capitalistes dominin una creixent interrelació econòmica que s’està establint entre uns llocs i uns altres. Penso que la diversitat cultural és fonamental pel bon funcionament de la humanitat ja que el pluralisme evita el monopoli cultural, però sembla que aquest monopoli supera tot sovint les fronteres del respecte dirigit a tots els habitants del món, que en som molts.

Irene Santamaría Lòpez.
Història General de la Comunicació.
Primer curs de Periodisme (UAB).
Grup 01.

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